Por Jenine Lemons, conductista en LBU Community Clinic
“El cuidado personal no es egoísta. No puedes ayudar con una vasija vacía”. Eleanor Brown
El cuidado personal es una inversión en nuestro propio placer y bienestar, ya sea mediante ejercicio, ejercicios de conciencia plena o simplemente darse un lindo baño. Puede ser fácil descuidar nuestras necesidades personales y sobrecargarse con las expectativas y los deberes cotidianos en el mundo moderno acelerado. Sin embargo, al incluir prácticas de cuidado personal en nuestra rutina diaria podemos mejorar nuestra salud y felicidad generales y manejar con más efectividad el estrés y las dificultades de la vida cotidiana.
El cuidado personal puede mejorar lo siguiente:
El estado del cuerpo físico y qué tan bien funciona.
Los beneficios incluyen:
Mejor razonamiento, menos ansiedad, mejor sueño, control del peso y reducción de riesgos de salud.
Considerar cómo nos sentimos, pensamos, relacionamos y existimos en nuestra vida cotidiana.
Los beneficios incluyen:
La capacidad de lidiar con momentos difíciles en nuestras vidas personales y profesionales.
Nuestra sensación de bienestar, nuestra capacidad de lidiar con circunstancias de la vida y cómo reconocemos nuestras propias emociones y las de otros.
Los beneficios incluyen:
Resiliencia para enfatizar relaciones más profundas, mayor autoestima y más energía.
Una vida equilibrada significa considerar todos los aspectos de la vida: relaciones, trabajo, actividad física, salud y bienestar emocional.
Los beneficios incluyen:
Menos estrés, aumento de la productividad y estar sintonizados con nuestros sentimientos.
Disminuir el estrés para que disminuya el riesgo de tener efectos perjudiciales físicos y mentales del estrés.
Los beneficios incluyen:
Mejor sueño, menos tensión muscular y mejor humor.
Una salud sana que incluye respeto, confianza, honestidad y compromiso mutuos.
Los beneficios incluyen:
Menos estrés, tener un propósito y una vida más larga.
Para mantener un buen equilibrio y evitar el burnout, el cuidado personal implica dedicar tiempo a priorizar nuestros propios requisitos físicos, emocionales y mentales.
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